La Graciosa se queda sin dinero más de una semana



La Graciosa, la isla más retirada y menos poblada de Canarias, localizada en el archipiélago Chinijo al norte con Lanzarote y separada de todo por un brazo de mar conocido como El Río, ha pasado una semana más aislada de lo habitual por la avería del único cajero, de Bankia, que trabaja en los 29 kilómetros cuadrados que conforman la zona.

A los algo más de 650 habitantes que la pueblan se han sumado unos 2.000 turistas este verano, que se han visto afectados por la tardanza del arreglo, que no se produjo hasta ayer, y que les ha dejado sin dinero en el bolsillo más de siete días.

Este estropicio no es la primera vez que ocurre, "El cajero está más tiempo desoperativo que operativo", se quejaba ayer la concejal delegada Alicia Páez, y puede que tampoco la última, "Su arreglo hoy no garantiza el mañana. Su inadecuado mantenimiento no ofrece un servicio correcto", añadió el responsable del Consejo de la Ciudadanía, Miguel Páez.

Para sobrellevar estos días, los habitantes se han vuelto prestamistas de sus propios vecinos. Restaurantes que facilitan dinero en efectivo a cambio de cargos en tarjetas de crédito por consumiciones inexistentes, pequeños negocios que fían a sus clientes el pan de la mañana, así como familiares que se han tenido que desplazar en barco, el único modo de acceder a La Graciosa, hasta Lanzarote para traer dinero a casa.

Los responsables políticos de la isla se quejan de que Bankia "sólo abre dos días en semana", el lunes y el jueves, con un horario "insuficiente" que genera "largas colas de espera". "No ven que sólo tenemos acceso por mar y que dependemos cien por cien del cajero", insistió A. Páez.

Desde Bankia pidieron "disculpas por los perjuicios causados" y explicaron que el cajero, expuesto al sol, se estropeó por el calor un jueves cuando el único empleado de la solitaria oficina ya no estaba, de modo que hubo que esperar a su vuelta el lunes para pedir la nueva pieza que se había fundido. De ahí el retraso.

Publicado el 23 de agosto en El Mundo.

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